Cristina Faleroni: El arte de amar el arte



Normalmente estamos acostumbrados, cosa que parece una paradoja, a que entre los artistas haya cierta rivalidad, envidia o quizás simplemente una indiferencia provocada por la concentración que requiere el propio trabajo que cada artista realiza. Una especie de individualidad que nos aparta del verdadero sentimiento del arte, que consiste en transmitir la belleza de nuestras emociones y compartirlas con los demás.

No es el caso de la argentina Cristina Faleroni, pintora, escultora y amante de las letras, podríamos decir que es una artista del arte, que vive para su propio arte y, lo más admirable, para el arte de los demás artistas. De manera desinteresada apoya desde sus excelentes blogs a todos aquellos artistas que quieran mostrar su obra.

Cristina Faleroni, es un todo terreno en aquello que se refiere a cualquier manifestación artística, artes plásticas, fotografía, literatura e incluso el arte del Ballet y además nos tiene muy bien informados con una extensa lista de galerías de todo el mundo y un directorio de blogs muy completo relacionado con las actividades artísticas. 

Pero si esto no es poco, lo más admirable de todo es su humanidad, su amor por todas las cosas de la vida: “siempre pensé- me dijo en una ocasión- que todo es como un gran amor, amor por la vida, amor por los seres, por los animales, por el universo, por todo los que nos rodea..” Y todo esto no lo dice de manera superflua, lo demuestra con su coraje, con su energía vital, con sus sabios consejos, ayudando a cuantos artistas le piden la mano. Del corazón le sale decir: “…siento que tengo que seguir colaborando con tantos artistas que merecen que se los conozcan.”. Es amiga del arte y de los artistas y nos alienta , a pesar de que conoce que también existe la mala fe y el engaño por parte de algunas personas, a ser solidarios entre nosotros : “Mantengamos los artistas las manos unidas y la solidaridad para con nosotros mismos, porque eso nos gratifica el corazón y nos ayuda a seguir..” Y cuando uno desfallece por los desengaños y las dudas que la vida nos plantea, le dice: “Deja que las cosas sigan su curso, sereno y calmo, porque como el aire también las cosas van y vuelven sin que te des cuenta.”

No cabe duda que Cristina tiene el arte de amar el arte, pero también tiene el arte de amar la vida